miércoles, 30 de septiembre de 2009

Nuevos apuntes sobre contabilidad y finanzas para no financieros

Las amortizaciones
Por Luís Martínez González, en 5 de Mayo de 2009

Nos proponemos en este artículo dar continuidad al anterior que, bajo el título de ‘Contabilidad y finanzas para no financieros’, tuvo tan buena acogida entre nuestros amables lectores que este humilde plumilla se ha visto abrumado. Muchas gracias por ello. Pero, como lo que os interesa, benevolentes lectores, es la contabilidad, vamos a ello.

La maquinaria de la empresa es un bien amortizable

La maquinaria de la empresa es un bien amortizable

En el anterior artículo, hablábamos de la cuenta de pérdidas y ganancias. Y, antes de continuar con ella, es conveniente hablar de las amortizaciones. Dicho, coloquialmente, éstas son la pérdida de valor que sufre un bien –un ordenador, un vehículo, etc- de la empresa con su desgaste por el uso. Por tanto, el cálculo nos vendrá bien incluso para la vida cotidiana. Por ejemplo, si queremos vender un coche, nos ayudará a saber si lo que queremos pedir por él es correcto.

En el mundo empresarial, la pérdida de valor que sufre un bien por su desgaste debe incluirse entre los gastos, pues es, a fin de cuentas, un dinero del que ya no se dispone y, por tanto, afecta a las ganancias de la empresa.

Aunque existen otros, el método de amortización más usado es el ‘lineal’, que consiste en calcular la cuota anual de amortización –es decir, el valor que el bien pierde en un año- dividiendo su valor amortizable entre el número de años de vida útil del mismo.


En este sentido, podríamos pensar que el llamado valor de amortización es el precio de coste, pero no es así. Este valor es el resultante de restarle a lo que hemos pagado por el bien el valor residual, es decir, el valor que tendrá al final de su vida útil. La fórmula para calcular la amortización sería, por tanto:

Valor de compra del bien – Valor residual
Cuota anual de amortización = ———————————————————
Número de años de vida útil del bien

Los vehículos de la empresa también son bienes amortizables

Los vehículos de la empresa también son bienes amortizables

Un ejemplo lo aclarará mejor: si compramos una furgoneta para la empresa que nos cuesta 12000 € y tendrá, al final de una vida útil de 10 años, un valor de 1200 €, se amortizará anualmente en:

12000 – 1200 = 10800 que, divididos entre 10 años, dan un resultado de 1080 €, que serían los que habría que incluir anualmente en la cuenta de pérdidas y ganancias con los gastos.

El importe resultante debe incluirse, por tanto, en la citada cuenta aumentando los gastos y, en consecuencia, reduciendo el beneficio si lo hubiera o aumentando las pérdidas. Y, a la hora de hacer un balance, las amortizaciones deben anotarse en éste reduciendo el valor de compra del bien.

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